Sí, estoy rebelde.
¿Cómo lo sé?, sencillo, mi actitud hacia mi vida ha cambiado notablemente.
He pasado de ser una persona muy reservada y saludable a un loco y un consumidor casi empedernido, conclusión: No tengo término medio.
Lo digo porque he pasado de ser una persona ejemplar, a probar el
tabaco, pero solo durante 3 días, pero como un camionero, entonces me he pasado al tabaco saludable, el de la cachimba, es una maravilla, no engancha y lo único que sientes es un sabor aromatizado. El alcohol tiene un nivel de enganche impresionante, yo que dije que no desde un principio, y ahora algunas veces me escondo para poder probarlo, aunque se que cuando no puedo, no puedo.
Antes andaba desanimado, ahora cuando tengo los cascos puestos, la probabilidad de que me ponga a bailar en cualquier sitio es enorme, y algunas veces, la admiración que tiene la gente hacia mi es tal que me han piropeado, silbado y saludado desde los asientos traseros de un coche, y todo esto con medio cuerpo afuera, mientras tomaban una rotonda, y yo como es normal, me quedo cortado ante esta situación.
Ahora soy feliz, antes me preocupaba por cualquier cosa, y ahora por cualquier cosa mando a los que me molestan a que me coman la polla o que le den por culo a quien sea, y es que antes la gente era capaz de hacerme daño, pero con la actitud que tengo ahora, les respondo cualquier bordería y se quedan con cara de póker.
Sí, saco los pies del plato, pero es algo que me hacía falta o por lo menos, pienso eso, ahora salgo a la calle y me como el mundo, y es que, creo que aun debo de sacar mas los pies del plato, en algunos aspectos, en concreto los más íntimos.
Solo decir, soy un rebelde, pero con cabeza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario