lunes, 14 de marzo de 2011

Málaga


Málaga, te conocí casi sin querer, tal vez fuese casualidad.
Con el tiempo fui recorriendo tus calles, así que te fui conociendo en profundidad y descubrí cosas que a simple vista no supe apreciar de ti.
A medida que avanzaban los meses, me quedé prendado de ti, y observé lo bien que se puede vivir allí.
Pasó el tiempo, y tristemente volví a mi tierra, Huelva, entre unas cosas y otras me olvidé de ti, y tu recuerdo se desvaneció, pero otra vez, por casualidades de la vida, tal vez, volví a andar por tus calles, y el reencuentro fue tal que, ahora intento pasar unos días allí, para recuperar la esencia de tu tierra, o traer aquí un poco de ti, ya que simplemente, me apasionas.
Ahora mismo, solamente puedo pensar en ti, porque la distancia lo impide, pero pensar me proporciona tanta felicidad, por la cual, en este momento reboso alegría a borbotones.
No sabes las grandes ganas que tengo por el reencuentro, tanto, que si me fuese posible, viviría allí indefinidamente, o te tendría aquí para siempre.

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