Estoy ausente

Solo estoy presente en cuerpo, en mente viajo, debido a que necesito pensar sobre algunas cuestiones, o simplemente necesito desconectar, porque no soporto lo que me rodea, me pongo los cascos, pues me ayuda a no escuchar lo que sucede a mi alrededor, me aíslo, solo escucho música, con los dedos sigo el ritmo de la canción en cuestión, o muevo los labios vocalizando la letra, sin emitir ningún sonido.

Ha habido gente que, tumbados en el césped, me ha preguntado: ¿En que piensas?

Yo orgulloso respondo: En nada.

Era cierto, veía la copa de un árbol y de fondo las estrellas, la noche lo teñía de oscuro, solamente había una débil luz artificial, hacía fresco, los pies descalzos tocaban el mojado césped, estaba bien, tumbado en un lugar relajado, y la mente en las nubes, como yo a veces digo, estaba en Babia.

Me gusta quedarme ausente, así puedo a veces, evitar el dolor que tengo en el pecho.
Dejar abrir mis fosas nasales, y huelo el aire limpio, húmedo y con aroma.

Llega un momento en que no recuerdo donde estoy y como he llegado hacia aquí.

Eso es buena señal, significa que he logrado desconectar.

Me gusta separar mi cuerpo y mi mente, así no me acuerdo de cada uno de los dolores que tengo en cada una de las dos partes, los dolores corporales son "fáciles" de arreglar, pero para arreglar los mentales hay que esperar mucho tiempo y pensar que los pequeños pasos sin gigantescas zancadas, pues con nada que se avance, podemos decir que es un gran avance.
Odio cuando logro desconectar, y que me interrumpan por tonterías a mi parecer, me pongo de mala leche, no lo soporto, pues me costó bastante llegar a ese estado, en el que no logro recordar dónde estoy, me llaman la atención, me quitan los cascos y caigo estrepitosamente al suelo, ¡Que rabia!, bueno, espero no tardar mucho en desconectar.
Solo con tumbarme en la cama de noche, abrir la ventana, sentir la brisa fría y ver la blanca luna en el cielo, hace que cierre los ojos y por un momento me olvide de todo lo sucedido en el día.