Se quejan de que no me abro y no digo nada a la gente, y cuando decido abrirme, me atacan aún más que antes.
Yo digo: "déjame, estoy cambiando y me cuesta, y si encima me clavas el puñal por la espalda, pues me duele y sufro..."
Os quejáis que la confianza se rompe por no usarla, pero por usarla mucho también se deteriora.
Se que me tengo que centrar, pero es un camino lento y muy tortuoso, y si además me ponen piedras, el camino se combierte en una elevada montaña, la cual no veo la cima, a parte, yo solo también hago socabones, muy profundos y, tal como está el terreno, necesitaría un todoterreno.
Necesito estallar, soltar todo lo que tengo, cuando pueda o necesite y es duro, porque son muchos los sentimientos confusos a la misma vez, encerrados en el mismo sitio, es como una lata de Coca-Cola, que cuando la agitas y rápidamente la abres, esta sale a presión muy rápido.
Necesito ir al ritmo que me marco yo, dependiendo del momento.
Yo te guarde el secreto, y tu para devolverme el favor, lo publicas a los 4 vientos. No me parece justo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario